Cuando se trata de nuestros bebés, queremos lo mejor: seguro, sano y sin riesgos innecesarios. Pero en los últimos años, un enemigo invisible se ha vuelto cada vez más presente en nuestras vidas: los microplásticos. ¿Qué son exactamente, y cómo pueden estar presentes en los productos que usamos a diario con nuestros hijos?
¿Qué son los microplásticos?
Los microplásticos son diminutas partículas de plástico, generalmente de menos de 5 milímetros de diámetro, que se desprenden de materiales plásticos más grandes o son fabricadas en ese tamaño.
Se encuentran hoy en día en el aire, el agua, los alimentos e incluso en la leche materna, según varios estudios recientes.
Un estudio publicado en Environmental Science & Technology (2019) estima que los humanos consumimos entre 39,000 y 52,000 partículas de microplásticos al año solo a través de la alimentación y la bebida.
¿Por qué es relevante para los bebés?
Los bebés son especialmente vulnerables a las sustancias tóxicas debido a su tamaño corporal, su rápido desarrollo y su sistema inmunológico aún inmaduro.
Además, tienden a morder, chupar o tocar productos plásticos constantemente, lo que aumenta su exposición.
Un estudio del Journal of Nature Food (2020) encontró que los biberones de plástico pueden liberar hasta 16 millones de partículas de microplásticos por litro de fórmula preparada a temperaturas típicas.
¿En qué productos para bebés encontramos microplásticos?
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Biberones y tazas de entrenamiento: Los de plástico (PP, PC) pueden liberar microplásticos, especialmente cuando se usan con líquidos calientes o se esterilizan a altas temperaturas.
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Utensilios de alimentación: cucharas, platos y vasos plásticos económicos a menudo están hechos con materiales no certificados.
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Juguetes y mordederas: Plásticos blandos pueden contener ftalatos y desprender partículas con el uso.
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Ropa sintética: Fibra de poliéster o nylon libera microfibras al lavar.
¿Qué podemos hacer para proteger a nuestros bebés?
✅ Opta por biberones y vasos de vidrio o acero inoxidable, o de silicona certificada de grado alimenticio.
✅ Usa platos, cucharas y utensilios libres de BPA y ftalatos, preferiblemente de materiales no plásticos.
✅ Evita calentar líquidos directamente en envases plásticos.
✅ Lava a mano los plásticos para evitar el desgaste prematuro que genera microplásticos.
✅ Lee las certificaciones: busca siempre productos aprobados por la FDA o LFGB para contacto alimentario.
Los microplásticos ya forman parte de nuestro entorno, pero podemos minimizar su impacto en nuestros bebés tomando decisiones más informadas sobre los productos que usamos cada día.
Elegir materiales seguros y duraderos es una inversión en su salud y bienestar a largo plazo.
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